A pesar de que me formé en Historia del Arte y Restauración de Pintura, mi día a día se mueve entre muchos muebles. Y, si tuviera que definir mi misión como profesional, creo que sería conseguir que vuestros muebles estén a vuestro servicio (y no al revés).
Me dedico a muchas cosas que me encantan de este mundo: restaurar cuadros y también pintar los que me encargáis, restaurar antigüedades y poner al día los muebles que habéis heredado, trabajar con muchos oficios coordinados, dar clases presenciales y a distancia…
Pero también hay cosas que no me gustan: los barnices coloreados y brillantes, pintar muebles porque sí, la originalidad sin más o tirar piezas sin darles una vuelta primero.
Amo la imperfección, la pátina original de un mueble antiguo, la madera lavada al natural y sin capas de barniz, revisar los muebles de las generaciones anteriores y , sobre todo, ayudar a que lo que tengáis a vuestro alrededor sea más ligero y refleje lo que somos hoy en día.
Si buscábais un taller donde os hagan caso y os diseñen soluciones tal y como vosotras las queríais, lo habéis encontrado.
🙂